Cómo combatir a los mosquitos

Después de época de lluvias y con el aumento de temperaturas, comienza la época de…. ¡Los mosquitos!

Todos sabemos lo indeseables que son, las molestias que nos pueden producir e incluso las enfermedades que pueden transmitir pero ¿Realmente ponemos de nuestra parte para reducir la plaga de los mosquitos?

En el mundo existen más de 2700 especies de mosquitos y aunque cada uno tenga variaciones en su comportamiento, todos ellos tienen en común su ciclo de vida que se diferencia por tener 4 fases: Huevo, larva, pupa y adulto y las tres primeras suceden en el agua.

El requisito indispensable para que los mosquitos encuentren un sitio idóneo para desarrollar sus etapas de agua, es la existencia de agua estancada y en muchas especies no es necesario que el volumen de agua sea abundante.

 












Por ejemplo, la especie Aedes albopictus, comúnmente conocida cómo mosquito tigre sólo necesita pequeños recipientes con agua estancada para depositar sus huevos. Con pequeños recipientes hablamos de un macetero, un bebedero de animales, un hueco de un árbol, un bidón, un florero etc. Y además, no ponen pocos huevos, las hembras del mosquito tigre ponen alrededor de 80 huevos cada 5-6 días y son tan pequeños que pasan desapercibidos.

Inspecciones realizadas han detectado que el 80 % de los focos del moquito tigre se encuentran dentro de propiedades privadas, de jardines, de patios, de balcones etc. y por tanto ya no es sólo un problema de Salud pública, es un problema de todos. Un criadero de mosquito puede estar dentro de nuestro hogar, o de nuestro vecino y es por ello que todos los ciudadanos debemos colaborar y ser conscientes de adoptar medidas preventivas para reducir la plaga de estos insectos tan molestos.


A partir de ahora, todos debemos de vigilar nuestros hogares y evitar acumulaciones de agua en:


  -  Canales para el agua de lluvia.                   

  -  Maceteros o tinajas de barro

  -  Bidones con agua.

     Tapar o poner una tela metálica.

  -  Juguetes y neumáticos

  -  Latas o botellas vacías

  -  Imbornales

  -  Huecos de árboles o en plantas

  -  Bebederos de animales.

     Cambiar el agua cada 3 días máximo.

  -  Cubos para productos de limpieza

  -  Huecos de ladrillos

  -  Arquetas de riego






Estos son unos cuantos ejemplos a tener en cuenta pero pueden existir muchos más, así que revisa tú casa y detecta los posibles puntos que puedan suponer un foco, avisa a tú vecino en el caso de conocer la probabilidad de que pueda tener focos e  informa a tú ayuntamiento si detectas algún punto de agua estancada dentro del término municipal.

Recuerda, al mosquito ¡ni agua!

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