La oruga de procesionaria puede ocasionar lesiones muy graves e incluso provocar la muerte a tú mascota durante su fase larvaria.
Las orugas son muy bonitas y de forma general, atrae su forma de descender por el tronco del árbol. A este atractivo hay que añadir la curiosidad por naturaleza sobre todo de los perros, que se acercan a ellas nada más encontrárselas en su camino.
Si los animales rozan las orugas, pueden presentar reacciones alérgicas leves, pero si las lamen o las cogen con la boca, puede desencadenar problemas serios, desde glositis, necrosis en la lengua e incluso la muerte.
Dejamos un ejemplo de Lulú, una perrita que se metió a la boca una oruga de procesionaria.
http://procesionaria.blogspot.com.es/2009/03/lulu-y-la-procesionaria.html
¿Por qué la procesionaria puede resultar tan peligrosa?
Las orugas tienen alrededor de 500.000 pelos o tricomas urticantes repartidos por el cuerpo. Estos tricomas o dardos contienen veneno que producen urticaria y son desprendidos con facilidad. Es por ello que las personas y los animales podemos entrar en contacto con ellos de forma directa o indirecta si son por ejemplo arrastrados por el aire.
¿En qué momento del año hay que tener más cuidado con la procesionaria?
La procesionaria sólo puede afectarnos durante su fase de oruga y con mayor gravedad en la época que desciende del pino para enterrarse. Es por ello que hay que conocer su ciclo de vida para estar atento en las fechas de mayor probabilidad de contacto.
El periodo dónde hay que mantener la guardia son los meses de Febrero a Abril que son los meses en los que los días empiezan a hacerse más largos y las temperaturas comienzan a subir, siendo una temperatura óptima entre los 15 - 20ºC.
¿Qué síntomas nos pueden ayudar a detectar que nuestro perro ha entrado
en contacto con la oruga?
Inflamación de la zona afectada
Frotación del animal del hocico y patas
Nerviosismo
Salivación exagerada e incluso vómito
Conjuntivitis exagerada
Glositis (inflamación de la lengua)
Queilitis (Inflamación de los labios)
¿Qué debemos de hacer si creemos que nuestra mascota ha sido afectada?
Debemos lavar a conciencia la zona expuesta que en la mayoría de los casos será la boca empleando agua tibia. NUNCA se frotará la zona. El agua se aplicará a presión o bien con jeringuillas o cualquier botella con boquilla.
Si el perro quiere vomitar, que vomite libremente para que elimine las orugas en caso de su ingestión.
Llevaremos urgentemente al animal a una clínica veterinaria especializada para que lo trate rápidamente. Por suerte, el animal no perderá la lengua.
¿Cómo prevenir esta situación?
Prevenir siempre mejor que curar y nuestra mascota nos lo agradecerá.
Es importante extremar la vigilancia en la época del descenso de las orugas y para ello, debemos estar atentos durante el invierno a los pinos y avisar en el caso de detectar bolsas de procesionaria en las copas de los pinos tanto a nuestro vecino si es privado cómo al Ayuntamiento si es público.
No pisaremos nunca a las orugas puesto que los pelos se pueden quedar en la suela y transportarlo a casa.
Vigilar a nuestros perros en el momento de sacarlos a pasear en zonas con pinos.
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